Comentario
Una orientación esencialmente decorativista reside la producción de Pierre Lescot (1510/15-1578), cuyas principales obras las realizó -lo que ya es por sí mismo elocuente- en colaboración con Jean Goujon, seguramente el más importante escultor del momento. La simbiosis y acoplamiento de ambos artistas y sus trabajos debió ser perfecta a tenor de los excelentes resultados obtenidos.
La valoración del quehacer de Lescot pasa necesariamente por su intervención en el Louvre parisino, única obra suya que globalmente se conserva, aunque muchos de sus relieves han sido retallados. Su fama y reputación devienen en gran medida de la documentación de esta obra que, en su larga trayectoria constructiva hasta su perfilación final en tiempos de Luis XIII y Luis XIV, siempre se remite a Lescot como iniciador de la misma y legítima autoridad primigenia del proyecto.
En realidad, continúan existiendo muchas zonas oscuras en la trayectoria profesional de Lescot; sí resulta evidente que era un hombre de notoria formación, con importantes conocimientos asumidos desde edad temprana, no sólo de arquitectura sino de matemáticas y pintura, que supone un enorme avance cualitativo respecto a los maitres anteriores. Al parecer, fue enviado a Roma en misión oficial en 1556; es decir, en una fecha posterior a su producción conocida, no constándonos ningún otro viaje anterior a Italia. Vitalmente fuera del ámbito constructivo -procedía de una acomodada familia de hombres de leyes- su clasicismo debió gestarse, más que nada, a través de la tratadística y sin un directo acercamiento a lo italiano, lo cual, de algún modo, se traduce en su obra, que destila por todas partes esa asunción literaria del clasicismo.
Francisco I, interesado desde 1527 en modernizar el viejo palacio real del Louvre, encarga a Lescot en 1546, la construcción de un nuevo edificio en el solar, generado tras el oportuno derribo, del ala Oeste del castillo medieval, que pasará a ser la correspondiente del patio del Louvre o Cour Carrée. Planteado inicialmente como "corps-de-logis" (ala principal de estancias con patio ante sí) de dos plantas y un único cuerpo central saliente que alojaba la escalera, fue alterado este proyecto, entre 1546 y 1551, pasando a ser tres los pisos y, asimismo, igual número de pabellones en resalto respecto a aquéllos; la escalera se trasladó del central a uno de estos cuerpos laterales, permitiendo así disponer sendas salles o estancias públicas, en los dos pisos inferiores, más amplias y de desarrollo continuo, al poderse disponer de todo el espacio, ahora sin el impedimento de la caja de escaleras central. La salle de la planta baja adquiere un gran realce, al contar como ornato con la conocida Tribuna de las Cariátides, también debida al equipo Lescot-Goujon, obra escultórico-arquitectónica paradigmática del Renacimiento francés.
La fachada del Cour Carrée dimana una ausencia o desinterés por la monumentalidad, unida a ese sentido literario del clasicismo que, respecto al uso hecho hasta entonces de los órdenes, resulta escrupulosamente riguroso; junto a esto, es el planteamiento ornamental y el efecto decorativo, lo que verdaderamente parece preocupar a Lescot, jugando para ello, incluso, con la diferenciación formal y dimensional de los vanos, no interesándole de modo contundente, en cambio, el generar un ritmo secuencial con aquéllos y sus frontones de coronamiento.
En relación con otras obras importantes de Lescot, la célebre Fontaine des lnocents de París (1557-1549), es una reconstrucción con carácter exento, de una obra concebida como fuente de esquina; los relieves de Goujon, hoy en el museo del Louvre, son lo que resta de verdadero significado. El Hotel Carnavalet de París (hacia 1545-1550), por su parte, ha sufrido tres modificaciones sustanciales posteriores a Lescot; como parte original e importante del edificio, se conserva la fachada principal de su patio donde, de todos modos, son los relieves de las Cuatro Estaciones, procedentes del estudio de Goujon, su planteamiento y disposición, lo que será seguido en similares construcciones parisinas subsiguientes. Tipológicamente, Carnavalet sigue a la Grande Ferrare de Serlio, pero disponiendo, frente y paralela al correspondiente "corps-de-logis", una cuarta ala como cerramiento del patio.